¿Dónde está el centro? ¿Por qué lo buscamos? ¿Cómo se maneja una búsqueda cuando hay más de un
centro? Trabajando en equipo y a distancia, los fotógrafos Andrés Vargas y Richard Anderson se
dispusieron a encontrar y representar dos núcleos: el de América y aquel de America, en otras palabras,
aquel del continente íntegro como es conocido por latinoamericanos e hispanoparlantes, y aquel de los
United States of America, cuyos ciudadanos utilizan la abreviación America para referirse a su país. La
búsqueda simultánea de dos centros que llevan casi el mismo nombre pero describen áreas geográficas
desiguales señala tanto una incoherencia semántica como la actitud despreocupada reflejada en el apetito
voraz de un país que ha buscado conquistar más que solo el nombre dado por poderes coloniales previos al
continente completo.
Con esta exhibición, la primera instancia de este proyecto a largo plazo, Vargas y Anderson nos revelan su
mirada conjunta al retratar sitios tanto reales como metafóricos. Gracias a los cartógrafos y geógrafos que
establecieron los corazones matemáticos de ambos terrenos —América y America— la búsqueda llevó al
guatemalteco Andrés Vargas a Cuilapa, capital del estado de Santa Rosa en Guatemala, y al estadounidense
Richard Anderson al pueblo de Lebanon, Kansas. En Cuilapa, Vargas encontró en el parque central una
vieja escultura de un mapa que anteriormente, con un arco y un péndulo, marcaba su posición medianera.
Anderson manejó por largas horas hasta alcanzar Lebanon, Kansas, un poblado que marca con un letrero en
la carretera —“GEOGRAPHIC CENTER OF THE USA”— su posición como foco de los cuarenta y ocho estados
contiguos de los E.E.U.U.
Una vez alcanzados los “centros”, los fotógrafos se empeñaron en captar la esencia de ambos lugares,
descubriendo a través de sus paisajes, arquitectura y vegetación detalles que sugirieran o no una
autoconsciencia de su posición central. ¿Pero cómo retratar un espacio y captar en sus detalles mundanos
claves transcendentales del tipo de verdades que se esperan encontrar en un lugar llamado centro?
A pesar de sugerir una definición absoluta, el “centro” —tanto como lugar como concepto— es algo
ambiguo, con múltiples definiciones que lo sitúan a lo largo de la semántica, la geografía, la geometría y la
filosofía. Aquello que se define como “lugar de donde parten o a donde convergen informaciones,
decisiones” es también el “lugar en que se desarrolla más intensamente una actividad determinada”. Pero
un foco de poder, como este proyecto señala sin ambigüedad, no tiene que quedar en el mero medio.
Quizá la idea de un “fin u objeto principal a que se aspira o hacia el que se siente atracción” es el que se
mejor presta para describir el proyecto de Vargas y Anderson, cuya búsqueda sin duda fue guiada por una
intensa curiosidad física y metafísica de ver el mero centro de dos territorios cuyos centros pudieran tener
implicaciones importantes para nuestras historias —las latinoamericanas, las estadounidenses, y las
relaciones entre ambos territorios.
Más allá de posibles lecturas geopolíticas, los fotógrafos emprendieron esta búsqueda también a un nivel
personal y estético, buscando marcas en ambos lugares que pudieran revelar algún aspecto fundamental de
los territorios con los que nos identificamos. Sin forzar interpretaciones ideológicas, los artistas captaron
detalles evocadores y ambiguos de los sitios que retrataron, descubriendo en el proceso algún aspecto de lo
que significa llegarle al corazón de un mito: un mito fundamental sin narrativa que todos llevamos dentro
de alguna manera u otra. Es aquí donde las fotografías alcanzan su máximo poder, al captar la ambigüedad
de las sensaciones simultáneas de descubrimiento y decepción, transmitiendo esta complejidad más allá de
las palabras.
Paula Kupfer